El
término “retórica” tuvo un gran prestigio, y hoy en día se vuelve a
revitalizar. La retórica es el arte de
hablar bien. En un principio tenía que ver con el arte de la oratoria.
La
retórica surge en Grecia como actividad y estudio. Está estrechamente relacionado
con la democracia y el hablar bien (había asambleas donde se reunían los
ciudadanos para hablar). El que exponía era el que tenía más habilidad de
razonar y convencer. En esta misma línea entra en juego la política. Con el
poder judicial, durante un tiempo, cada acusado tenía derecho a exponer sus
causas (no sólo hace falta tener razón, sino también saber demostrarla).
Aparece la figura del que escribe, que tiene que ver con lo que a día de hoy
nosotros llamamos enseñanza.También
aparecen los sofistas, que exponían o defendían lo que correspondía (el
intelectual puesto al servicio de la causa).
En
cuanto a la relación de esta técnica literaria: muchos de estos discursos se
escribían antes y después, lo que contribuye a crear la prosa literaria. La
prosa literaria en el discurso esta en relación con la prosa escrita. Los
estudios literarios y de enseñanza se basaban en la retórica, que enseñaba a
defender una idea y la contraria).
Retórica
y poética fueron fundamentales hasta el romanticismo. Se aprendía copiando. A
partir del romanticismo cambia el concepto de literatura, se pone la
intervención en la explicación personal, la originalidad, nada de copiar. Esto
desprestigió la retórica. Los no alumnos no aprendían a desarrollarla.
Con
el tiempo, la retórica se ha desarrollado en el ámbito jurídico y político. El
jurado en un juicio representa a la sociedad, al igual que en Grecia; el
abogado tiene que saber convencer, persuadir, lo que nos recuerda a la retórica
y a la importancia de esta en la actualidad. En el ámbito político, saber
hablar y convencer a la gente tiene una gran importancia.
La
publicidad busca también la forma de persuadir a un auditorio, busca la manera
de convencer a alguien de algo. Utiliza el arte de la persuasión.
La
retórica señala cinco partes fundamentales en el discurso:
·
Inventio.
Buscar, hallar, el material a partir del que vamos a escribir.
·
Dispositio.
Es
la estructura, la forma de organizar
el discurso. Hay que lograr la mayor eficacia posible, rasgo que viene de la
retórica, que tiene que ver con la inteligencia y la astucia.
·
Elocutio.
La
elocución del discurso. Palabras concretas, la manera en la que se habla. Es la
forma que tenemos de contar algo.
En
la oratoria y en su organización del discurso encontramos también dos partes
fundamentales:
·
Memoria.
El
discurso se prepara y se aprende. El buen orador no lee, pero tampoco
improvisa. Otros tienen un esquema en la memoria un esquema y van rellenando
los huecos con los conocimientos que tienen en su memoria. El orador suele
llevar una serie de notas para organizar bien su discurso.
·
Actio.
Es
el propio hecho de gesticular.
Existen
una serie de recursos y figuras retóricas empleadas tanto en la literatura como
la publicidad.
-
Figuras
retóricas fónicas
El
origen de la rima es nemotécnico, porque en sus orígenes la poesía era oral. La
publicidad más antigua utilizaba el recurso del pareado, para facilitar la
memorización del eslogan (“A mi plin, yo
duermo en pikolín”). Hay ciertas repeticiones que no riman, pero que
también dan un efecto fónico (paranomasia). La paranomasia está en relación con
la sinestesia, cuando a una repetición de sonidos se le asocia algo abstracto
en su contenido (“En el silencio solo se
escuchaba un susurro de abejas que sonaba”).
Otra
figura retórica importante es el calambur, que consiste en la unión de las sílabas de dos o más palabras, variando el lugar habitual de separación entre ellas, con el fin de obtener un significado distinto al que tienen en su posición normal.
-
Figuras
retóricas tipográficas.
Estas
figuras retóricas también se pueden representar gráficamente. La literatura,
fundamentalmente la de vanguardia, jugaba con la tipografía. Esta tipografía
expresiva también aparece en el comic.
-
Alteraciones
ortográficas.
Deliberadamente
cambian la ortografía. Se comenten faltas de ortografía o de otro tipo. La
ortografía puede llegar a ser muy expresiva, y añaden mucho más de lo que
expresan a simple vista.
La
poesía contemporánea tiende a ser breve, por lo que el lenguaje busca la
brevedad con la máxima eficacia.